Arlequín del tiempo
“Persigue momentos que se han ido lejos, y parece ignorar que ellos nunca regresarán”
REVISTA WRITER AVENUE
Patricia Marina Pérez Novo
7/29/20241 min leer
El Arlequín del tiempo
no entiende de relojes.
Llega muy a tiempo
en ocasiones y
algunas veces,
muy tarde.
Corre casi siempre
tras las horas entre
atontado y loco.
Persigue momentos
que se han ido lejos,
y parece ignorar
que ellos nunca
regresarán.
Espera con la ilusión
de un niño que nunca
ha jugado
y olvida como un anciano
al que lo han olvidado.
No lee las reglas
de las etiquetas,
ni las formas del amor
a rajatabla,
sólo ama.
Tiene un cuaderno
en el que apunta
cuantos besos
dio
y los guarda como un tesoro,
quién sabe por qué.
Posee unas manos
esperanzadas,
unos dedos largos,
a veces
desesperados.
Su risa suele ser
contagiosa
pero no lo ignora.
Su piel es de agua
su corazón,
de fuego.
No sabe de listas
ordenadas,
y a menudo
vacía cajones,
arrojando recuerdos viejos.
Tampoco sabe de ficheros,
notas urgentes,
paraguas
ni de Pararrayos que te salven,
ama.
Y en ese amar,
presiento que ha dejado todo.
Posee mil vidas
que arrastra sobre sí
y muchas veces sufre,
porque vive,
vive, para amar
en todas ellas.