Cómo hacer una cama (tutorial)

“Cama, grande, de madera, maciza, resistente, antigua cuna viva y vertical que reposa en el horizonte”

REVISTA WRITER AVENUE

María de Luna

12/21/20241 min leer

Cama, grande, de madera, maciza, resistente, antigua cuna viva y vertical que reposa en el horizonte.

Suelo hidráulico, colorido, antiguo, rojo vahído, crema, antaño blanco decorado por los vaivenes vitales de tantos pies inquietos…; colores en sus estertores cromáticos arremolinados en flores y enredaderas.

Sábanas frescas, recién secas, limpias, delicadas; tacto que seduce mi piel, la tuya, otras en el pasado…

Fundas de almohadas heredadas de mi abuela, blancas, bordadas, trabajadas, vividas, queridas.

Reposo la cabeza, la giro, estallan unos labios; sí, he sentido más veces esas ganas, «especiales» cada una, olvidables hasta la última papila.

Boca ácida, pero suave, ¿será esa la nueva fragancia del fracaso? Qué importa, saborea, esta sí explota todos los nervios.

Brazos, piernas, un cuerpo me recibe, se me entrega, vaivenes vitales de anatomías hambrientas.

La madera hace ruido.

Una buena cama, al fin.

Cama que mira a la ventana, cielo azul rosáceo de septiembre que anuncia una noche deseada, brisa que emana candela, chispas táctiles que suben y bajan por tramos de piel que se descubren con ansias.

Un cigarrito animoso, quizás dos.

Callejoncito de Sevilla, se escapa de la gentrificación como puede, oídos cómplices de nuestros cantos acompasados y guturales.

El gato negro quiere entrar, no es el momento; maúlla, en la cama también maullamos Visillo translúcido, floral, se mece por el soplido erótico del exterior.

«La luna que yo pía/La luna que me dan».

Noche jugosa, emocionante, apetitosa, protectora, curiosa.

Qué delicia de cama.

Aquel cuerpo intenta levantarse, se lo impido; «fuego en las pestañas», dicen,

—¿Nos quedamos un poco más?— pregunto.

—Solo si no me picas— responde.

—Escorpión amado ni pica ni ataca: enternece y protege.

—Que la Luna quede como testigo, pues: que avancen los escorpiones.

Quiero seguir viviendo en el revoloteo interior de esta cama.