Cosas que pasan
“Fue la fortuna que leí dentro una galleta China; una fotografía velada”
REVISTA WRITER AVENUE
Lamarriv
11/27/20241 min leer
Fue la fortuna que leí dentro una galleta China; una fotografía velada.
Caía la tarde y tenía que hacer algunas llamadas antes de las 9:00 de la noche.
El cielo anunciaba entre líneas de color denso una tormenta inminente.
Andaba a pie.
El paraguas lo había dejado en casa de él.
El problema no era empaparme, sino pensar demasiado en aquella vez.
En recrear tal drama inaudito.
En volver a sentir revuelta la cabeza y descontrolado el corazón
al no saber cuánto callar,
gritar o trepar el más alto de los árboles.
Desaparecer un instante.
Contarme una historia que me haya sacado de la manga viendo revolotear
luciérnagas bajo la luna rosada de abril,
cantando esa canción que muchos saben y pocos conocen,
sintiéndola rasguñarme el alma,
envolviendo mi entera conciencia de ilusión efímera pero a la vez infinita.
Reconstruyéndome de una sola pieza,
con pausas, paseos multicolor
y brincos sobre un campo plagado de promesas de algodón y rocío.
Tal vez no fue la fortuna
y, en cambio, fue el infortunio sosegado de reencontrarme conmigo misma.
Sí, de reencontrarme con lo que hay que exponer al sol,
y esa libertad de dejar de ser
para ser de una vez.
A ese tropismo,
que es positivo
y no un lapsus del camino.
A esa carcajada natural y repentina,
A ese parpadeo de ojos cada mañana
para empezar no de nuevo
sino iniciar lo que nunca comenzó.