El cuervo de tres ojos

“El cuervo de tres ojos ha cantado nuestro ficto, ha hablado y el susurro llega a todas las hojas de los árboles”

REVISTA WRITER AVENUE

Carla Araneda Condeza

11/28/20241 min leer

El cuervo de tres ojos ha cantado nuestro ficto, ha hablado y el susurro llega a todas las hojas de los árboles. Árboles que dan sombra, árboles para escalar, árboles para mirar, y otros, para esconderse. Los árboles lo saben, han escuchado las letras de nuestra ficción y repiten la melodía entre sus hojas. El viento roba la armonía y la lleva a viajar por los mares, por la tierra, y acaricia nuestros rostros con la armonía de la canción del cuervo de tres ojos. El juego de la muerte baila frente a sus ojos, frente a las hojas, entre el viento, en el vaivén de las olas. Arrasa todo a su paso, un baile violento, antes secreto, pero ahora todos cantan, en un eco mortal.

El juego de la muerte ha madurado, y ahora se baila bajo los árboles, bajo el sol y la luna.

Todos corean y hacen que todo se vea igual ¿La música se puede ver? ¿La música se puede palpar, saborear?

Con la canción del cuervo de tres ojos todo es posible, ha iniciado un canto y no terminará hasta que la muerte toque nuestra puerta.

Un golpe, dos golpes, el vaivén, las ramas cantan, hay melodía, armonía y ahora el ritmo del tercer golpe en la puerta. La canción termina en un espiral único y yo... Todo vuelve a ser silencio.