Entrevista a Nuria Díaz

“Una ilustración puede transmitir emociones o pensamientos de los personajes que no están escritos”

REVISTA WRITER AVENUE

11/7/20244 min leer

En esta entrevista, conversamos con Nuria Díaz, una ilustradora cuyo trabajo ha cautivado a muchos lectores de todas las edades. Con un estilo único y lleno de detalles, Nuria ha sabido plasmar la esencia de cada historia a través de sus ilustraciones. Hablamos sobre su proceso creativo y lo que significa dar vida visual a un libro. Esta charla nos adentra en el fascinante mundo de la ilustración y su importancia en la narrativa, revelando los desafíos y satisfacciones de su profesión.

Dinos, Nuria, ¿cómo describirías tu estilo de ilustración?
Me gusta mucho crear ilustraciones sencillas en cuanto a composición, con pocos elementos y con pocos personajes. Suelen ser ilustraciones de carácter onírico o con un toque de humor y con un estilo naif y una paleta de colores limitada. Está claro que cuando se trabaja por encargo, también dependes de lo que el texto cuenta, y hay que saber adaptarse a las necesidades de la historia.

¿Cuál fue tu primer proyecto ilustrado para el sector editorial y cómo lo recuerdas?
Un álbum ilustrado de un autor gallego en el 2013 que lo recuerdo con mucho cariño porque fue la primera vez que una editorial confiaba en mi trabajo. Fue la editorial Galaxia y el álbum se llama Toc Toc.

¿Qué papel crees que juega la ilustración en la narrativa de un libro?
Juega un papel esencial, especialmente en libros que combinan texto e imágenes, como libros infantiles/juveniles o novelas gráficas. Una ilustración puede transmitir emociones o pensamientos de los personajes que no están escritos. El uso del color y el estilo de la ilustración genera una atmósfera determinada y también puede aportar detalles que ayudan a interpretar la historia.

Cuando trabajas en la portada de un libro o álbum ilustrado, ¿cómo es tu proceso creativo?
Normalmente hago una primera lectura superficial, en la que voy apuntando ideas o cosas que se me pasan por la cabeza. Luego, dejo reposar unos días esa historia y vuelvo a ella. Tocaría el proceso de documentación y ver que otras cosas se han hecho ya con ese tema (para no copiar y darle mi interpretación personal) en esa segunda lectura ya voy haciendo bocetos rápidos y muy esquemáticos y vuelvo a dejar unos días eso reposando. En la tercera lectura ya es cuando voy haciendo los bocetos finales. Si es un libro, voy pasándolos a la maqueta junto con los textos para ver qué necesidades de espacio hay. Siempre hay que tener en cuenta que un libro ilustrado está compuesto por texto e imagen y las dos ocupan un espacio en la página. Esta primera parte es la más exigente a nivel intelectual y creativo porque es donde tomas las decisiones en cuanto a personajes, estilo y composición general. Después de tener los bocetos listos y enviarlos a la editorial para su ok, pasaría al proceso de color.

¿Cuál ha sido el proyecto editorial más desafiante al que te has enfrentado?
Sobre todo los libros de los que soy autora completa tanto del texto como de las ilustraciones. Requieren de una preparación mucho más exhaustiva y compleja. Además, los libros de este estilo que he hecho hasta la fecha son biografías, así que el proceso de documentación en este caso fue abrumador.

¿Qué consejos darías a escritoras y escritores que buscan colaborar con ilustradores?
No tengo experiencia trabajando mano a mano con un escritor, puesto que solo he trabajado con editoriales. El editor me pasa el texto (muchas veces no sé ni quién es el autor) y me pongo a trabajar. Sé que hay autores que trabajan mano a mano con el escritor, pero no es mi caso personal. A mí me gusta que estén los dos procesos diferenciados. Alguna vez se ha puesto en contacto conmigo algún escritor para ver la posibilidad de hacer algún trabajo juntos, pero son propuestas que no puedo valorar porque solo puedo dedicar mi tiempo a trabajos remunerados. Por eso solo trabajo con editoriales actualmente. También se ha dado el caso que el escritor ha propuesto mi nombre a la editorial para que yo ilustrara ese libro. Pero la decisión final es del editor, que es el que valora si el estilo de determinado ilustrador se adapta al texto propuesto.

¿Hay algún libro o autor que te inspire especialmente a la hora de crear tus ilustraciones?
Me gustan mucho las historias de fantasía o distopías. Las de carácter muy realista me inspiran menos, pero la verdad es que he hecho de todo. Pero la inspiración llega de cualquier ámbito. A veces una combinación de colores o una canción me inspiran a crear algo.

¿Cómo gestionas la comunicación y la creatividad cuando trabajas con directrices específicas de un cliente?
Al final todo es oficio y el ilustrador es un profesional cuya misión es comunicar de la mejor manera posible. Así que básicamente pensando cuál es el mejor estilo e imagen para expresar lo que el texto nos cuenta.

Hablando de gestionar, ¿cómo manejas tú la crítica y los comentarios sobre tus ilustraciones?
La crítica constructiva es estupenda porque te ayuda a mejorar. A veces es complicado ver tu trabajo de manera objetiva. Luego está la crítica mala, la que hace daño, que no tienen ningún fundamento. Esta es más complicada de gestionar porque ataca sin ningún sentido y te duele. Por suerte muy pocas veces he tenido que enfrentarme a la segunda situación.

Si pudieras ilustrar cualquier obra literaria clásica o contemporánea, ¿cuál elegirías?
Me encantaría ilustrar Frankenstein o algún clásico gótico.