Instantes
“¿Y qué somos sino instantes? El presente ya fue historia, más allá del eco que dejan sus recuerdos”
REVISTA WRITER AVENUE
Dani Gallart
7/29/20242 min leer
¿Y qué somos sino instantes? El presente ya fue historia, más allá del eco que dejan sus recuerdos. La melancolía que dibuja una sonrisa con los veranos de verbena, de días infinitos en el río, tardes de amigos y noches jóvenes que brillan sin la necesidad del firmamento. El dolor que provoca un primer desamor, haciendo añicos tu corazón, y que solo el tiempo ayudará a sanar. Quizás. El miedo a lo desconocido, un nuevo idioma, tu primer viaje, mudarte con la casa a cuestas y volver a empezar sin que nadie te diga que todo saldrá bien.
Y qué bonito es desaprender lo aprendido. Y caer. Pero levantarte de nuevo. Sentir como resurges de tus cenizas, y como poco a poca te haces más fuerte y te empoderas, sabiendo que te puedes comer el mundo, con la única garantía de tu seguridad y amor propio.
Cómo adoro esa felicidad por explorar y conocer. Romances fugaces, experiencias vitales, nuevos hobbies y pasiones e ir descubriendo tu verdadero yo a través de un viaje interior que traspasa cualquier frontera.
A pesar de que no todo es felicidad, de que a veces su lugar lo ocupa la ira, o lo inunda la tristeza, sin cumplir las expectativas que llenaban tu cabeza y te daban las de ganar, la rabia por tener que decir adiós, despedirte de aquello que ocupa tu corazón antes de tiempo, sin poder controlar la situación, sin poder mantener ni atesorar lo que un día fue tuyo. Y ya no lo será jamás.
Pero al final, comprendes que sin ese ir y venir, esa noria en la que no hay cada día un final feliz, esa emoción no la sentirías de la misma manera, y vives en un equilibro en el que todo tiene cabida para hacer girar la rueda como es debido.
¿Qué somos sino ese preciso momento que nos mueve? ¿Qué nos queda más allá de aquello que hemos sentido? Instantes. Somos instantes. Y lo más importante es con quién los has compartido. Más allá de la historia que escribimos, de lo que perdurará en los libros que un día serán papel mojado, acabaremos siendo lo que un día sentimos: instantes.