La cocina

“Bucólicos deseos se acercan en grises ropajes a la pared amarilla de la cocina sin puerta”

REVISTA WRITER AVENUE

Dánae Reynoso

6/20/20241 min leer

Bucólicos deseos se acercan en grises ropajes
a la pared amarilla de la cocina sin puerta,
Se dibuja la voluptuosidad inmediata,
Si fuéramos prudentes,
no soplaría en tu pecho,
Si busco tu imán que atrae toda mi ansiedad,
Si buscamos en la cocina
la historia de tu silueta que nos arrastra,
aunque sólo por unas horas:
se aspira el sonido del filo
tan joven, tan frágil, tan insignificante
que corta, veja y ultraja la piel del tocino,
rompes la piel para hacerla más sensible, más maliciosa,
desquebrajas la cáscara del huevo
y el olor amarillo de la yema
Se esparce corriendo adentro tuyo
Rompes la cáscara para recorrer con tu lengua
Tan delicada para todas las cosas buenas
Ese contorno cada vez más sensible, más malicioso,
Rompes mi gusto por el infinito
Por qué tu lengua no se equivoca de ruta
Me impone un castigo y me deja ganar el paraíso de un golpe.
Me asomo por la pequeña ventana de la cocina,
todavía siento las gotas de rocío que emanan de tus manos,
todavía huelo la mezcla de cenizas que esconde tus tupidas cejas,
te observo cocinar para mí,
adentro en tu cercanía percibo los movimientos acuáticos de tu alma,
su crecimiento, su vaivén, esas tormentas, su deformación
Y
la exageración de sus sentimientos habituales
¡qué vicio me parece ahora la luz!
¡Qué atmósfera tan excepcional se recrea en la infinita maraña de tus cejas!
¡Siento que el amor está en la cocina y me prepara algo especial!