La partida
“La última vez que lo vio fue en lo alto del risco, con su bastón de empuñadura de nácar”
REVISTA WRITER AVENUE
Juana García
4/7/20251 min leer


La última vez que lo vio fue en lo alto del risco, con su bastón de empuñadura de nácar del que nunca se separaba.
Trató de convencerlo para irse juntos, de alejarse de aquellas montañas frías e inhóspitas, de esas tierras que no les querían allí y habían destrozado su hogar. Suplicó, rogó, pero no escuchaba. De espaldas a ella miraba a lo lejos a un punto desconocido.
No lo intentó más y se alejó de él, ya nada la retenía allí.
Treinta años después, en la comodidad de su sala, en noches en las que el viento golpea con fuerza su ventana, recuerda aquel día. Su descenso por la ladera con lágrimas en los ojos y como único equipaje, una pequeña mochila en su espalda, la dificultad de llegar hasta el pueblo, ya que las lluvias habían borrado prácticamente el camino, los múltiples resbalones y su determinación de continuar. Esa misma convicción fue la que le llevó a buscar su futuro muy lejos de allí. No se arrepiente, ha sido y es muy feliz; sin embargo, en ocasiones no puede evitar acordarse de él en lo alto de aquel risco y preguntarse, si finalmente encontró la paz que tanto deseaba...