Las almas y el tiempo

“¿Alguna vez pensaste qué pasa si dejas de existir?”

REVISTA WRITER AVENUE

Ailén Lancini

4/7/20252 min leer

¿Alguna vez pensaste qué pasa si dejas de existir? La luz del sol ya no podría entibiarte el cuerpo, o la lluvia no purificaría tu sentir. El viento no se podría llevar las cargas y ya no te despeinaría. La Luna no podría iluminar tu camino en tus momentos más oscuros. ¿Tu alma habría pactado su tiempo? ¿Sería ese o estarías acelerando todo? Y ella gritando desde tus entrañas para poder callar la voz de tu cabeza.

Las almas pactan un tiempo, con el tiempo, para estar en la tierra y cumplir con sus misiones, aprendizajes o simplemente para su paso en ella.

Las almas pactan encuentros en el universo antes de bajar a la tierra, pero saben que, más allá de ser las protagonistas, deben de rendir cuentas al tiempo, quien todo lo gobierna, aunque ellas no entiendan de tiempos.

Al nacer, toman un cuerpo humano sabiendo que este tiene una duración. Con el paso de los años y la cantidad de vidas tomadas, pudieron encontrar una beta en el tiempo, el amor, esa conexión que las mantiene unidas, trascendiendo espacio y tiempo.

El tiempo no produce vejez en las almas, no puede tocarlas; deteriora su cuerpo físico, pero no las puede alcanzar.

La frase “Tómate un tiempo para hacer lo que haga feliz a tu alma”. ¿Qué hace feliz a las almas? ¿Bailar, respirar aire puro, encontrarse con otras? ¿Pasear, conectarse con la naturaleza?

Hay almas encadenadas a la tierra, viviendo sin vivir, en un cuerpo vacío. Otras solo yacen dormidas en el interior de cuerpos que como envases las transportan.

El tiempo le da toda una vida a las almas en la tierra; sus vidas varían según su pacto: algunas unos segundos, otras días, quizás meses o años.

Algunas almas quedan entre el espacio y el tiempo, atrapadas, dolidas, incomprendidas. Buscando una eterna salida.

Las almas aprendieron a valorar la vida con el tiempo y al tiempo con la vida. El tiempo en la tierra es limitado; no vivas la vida de otro, ni vivas como otros quieren que vivas, no calles tu voz interior; el tiempo no da ventaja.

¿La tierra llama a las almas o ellas solo piden llegar hasta aquí? Cuando bajan a este plano, firman un contrato con el tiempo para pactar cuando culmina su estadía en la tierra.

El alma se acostumbra a la vida y sus vaivenes. Ella comienza a sentirse cómoda, pero el tiempo se acerca a recordarle que debe partir, y por más que ella sepa que es eterna, le gusta sentir, respirar, vivir, y esas cosas solo las consigue en este plano. Sabe que el tiempo en la tierra es transitorio, pero así y todo lo elige porque se vive con intensidad y eso ayuda en su evolución e iluminación.

¿Cuántas existencias crees que un alma sería capaz de negociar con el tiempo, por un día más en este plano?