Más mujeres escribiendo
“Ver a una mujer escribiendo parecía algo casi imposible de lograr”
REVISTA WRITER AVENUE
María Leonor Sierra Almanza
1/31/20252 min leer


Ver a una mujer escribiendo parecía algo casi imposible de lograr. Prácticamente, era un acto no permitido para un ser que desde los inicios de la creación sólo había sido ligado con las labores domésticas.
Ser mujer ha implicado un verdadero desafío a lo largo de la historia. Cada derecho obtenido es un hecho heroico y memorable, producto de incontables luchas y rebeliones.
Desde nuestros ancestros, las mujeres se vieron en la necesidad de dar pasos fuertes y con determinación para poder tener un lugar visible en la sociedad.
Obtener el acceso a la educación es uno de los resultados de esos intensos retos que se han debido afrontar. No resulta ajeno mencionar que el machismo arraigado ha representado una roca inmensa y pesada que ha tocado rodar entre todas para recorrer la vida.
Impedir o dicho de otra manera hacer más difícil que la mujer se formara también puede verse como el reflejo del temor que la mujer tomara fuerza y su voz tuviera resonancia.
Pero el deseo de las mujeres pudo más y gracias a la educación recibida, hoy hacemos presencia en diversos sectores. Y uno de ellos es la posibilidad de escribir y estar en el amplio universo de la literatura.
Hago parte de la generación que hoy recibe los frutos del arduo trabajo realizado por quienes nos preceden y que a su vez tiene consciencia de la responsabilidad de seguir abriendo espacios para las generaciones venideras, insistiéndoles lo que somos y el valor que tenemos.
Escribir es un don, que se cultiva con la adquisición de conocimientos, que se potencializa en la academia y también con la experiencia y que se va fortaleciendo con las herramientas de comunicación.
En Colombia, tenemos la fortuna de contar con maravillosas escritoras, de las que podemos mencionar: Andrea Cote, Amalia Andrade, Tania Ganitsky, Diana Obando, Mariana Matija, entre otras. También tenemos la Feria Internacional del Libro, un evento que se realiza cada año en la ciudad de Bogotá y que es el escenario idóneo para sumergirnos en el hermoso mundo de la escritura y la lectura.
Escribo desde niña, por gusto, por conocimiento. Como una forma de liberación, como una terapia, como un medio de abrir mis alas y crecer. Voy a permitirme mencionar de una manera especial a mi querida mentora, la Dra. Viridiana Molinares, Barranquillera, mi amiga, mi profesora, mi colega, mi referente en muchos aspectos y una escritora inigualable.
Creo firmemente que el mundo requiere que las mujeres escribamos más. Que usemos nuestras líneas para contar lo que nuestras voces quieren decir. Para ayudar a sanar. No tengo dudas que nuestra opinión marca la diferencia en cada ámbito en el que estemos.
Seguiré escribiendo con la esperanza y el sueño de que mis líneas lleguen al lugar y a las personas que deban llegar y con el deseo de que más mujeres escriban porque somos un colectivo y juntas podemos transitar cada proceso de la mejor manera. Tengo la certeza que cada vez que una de nosotras logra romper una parte del cristal en el que nos intentaron dejar, despejará más el camino para que juntas sigamos recorriéndolo.