Nadie sabe qué

se esconde bajo la tierra

yo que he pasado
la mitad de mi vida
escarbando tumbas
(o lo que es igual)
silencios
sé que no retiene
aquello que una desea
sino lo que quisiera
continuar ignorando
todo comienza con una grieta

una pequeña fisura que
muestra la pulpa dentro

te colabas por las rendijas
no podías retener la memoria

esquirlas de vida
pedacitos de bordes filosos

tener en la mano el secreto
y abrir aunque duela la luz

toda vida comienza
con una fisura que rompe

lo mismo muros
cristales silencios

a los monstruos les gusta la sombra
porque acechan desde el fondo

soy ese gran signo de pregunta
la espada oscilando sobre la nuca

alumbrar para saber por qué
no resiste el cuerpo la tumba

golpear recuerdos hasta encontrar
el hilo de la urdimbre