Perfilando al asesino
“La tortura es lo que le interesa, maquilla a las víctimas, les hace la manicura, les arregla el pelo, todo eso mientras ve el terror en su mirada”
REVISTA WRITER AVENUE
María Campra Peláez
11/28/20241 min leer
Mientras recogía los informes, cerraba el portátil y lo desenchufaba, seguía con mi cara de profesional en activo preocupado por atrapar al nuevo asesino en serie. Me habían llamado como experto de creación de perfiles.
Hombre entre los 40 y 50 años de edad, nivel cultural alto, el objetivo de sus asesinatos no es la muerte, sino como llegar hasta ella. La tortura es lo que le interesa, maquilla a las víctimas, les hace la manicura, les arregla el pelo, todo eso mientras ve el terror en su mirada y las lágrimas no estropean el rímel resistente al agua. Después de suministrarle cualquier paralizador que le permita actuar sin problemas y sin tener que atar a las mujeres que secuestra, se dedica a hacerles cortes por todo el cuerpo cada vez más profundos, hasta que los encuentran deformes y mutilados.
El inspector jefe se acercaba a mí. Lo normal en estas charlas era hacerme la pelota o simplemente darme las gracias de forma casi reglamentaria.
―Debe de ser difícil lo que usted hace.
Una sonrisa se escapó de mi boca porque sabía qué tipo de persona era, solo con esa frase. Preferí tirar de modestia.
―No se crea, cualquiera con mi formación y experiencia podría hacerlo.
―No me refiero a la creación del perfil.
Aquello sí que me pilló por sorpresa. Me quedé con los últimos papeles en la mano, sin saber dónde tenía que ponerlos.
―Tiene que ser difícil para usted tener dos personalidades tan diferentes y no mostrar a nadie lo que de verdad hay en su interior. Hablar de usted sin que nadie llegue a descubrir quién es. Dígame, ¿es la primera vez que lo hace o todos los asesinos en serie que ha investigado eran la misma persona?