Planificar una novela
Planificar una novela puede parecer un esfuerzo arduo, pero este proceso hace que el momento de escribir sea más directo y menos abrumador.
CONSEJOS DE ESCRITURA CREATIVA
5/11/20242 min leer
Planificar una novela es un proceso crucial
La planificación puede marcar la diferencia entre una narrativa coherente y una que se sienta desorganizada. Este proceso no solo ayuda a mantener la coherencia de la trama y el desarrollo de los personajes, sino que también puede facilitar el proceso de escritura.
Definir la idea
Antes de comenzar a escribir, es importante tener una idea clara de lo que trata la novela. Esto incluye entender el conflicto central, los objetivos de los personajes y lo que están tratando de resolver o alcanzar. Para que la historia sea atractiva para el lector, no tiene que ser fácil para el protagonista alcanzar su objetivo. Se suele incluir un personaje antagonista que se lo estropee los planes o que sea él mismo quien se autosabotee.
Esbozo de la trama
Desarrollar un esquema básico de la trama puede ser muy útil. Esto no tiene que ser detallado, pero debería incluir los principales puntos de giro de la trama, incluyendo el inicio, el desarrollo y la conclusión. Algunos escritores prefieren esquemas detallados que mapean cada capítulo, mientras que otros optan por una estructura más flexible, esto depende del gusto de cada uno.
Desarrollar los personajes
Los personajes son fundamentales en cualquier novela. Crear biografías detalladas que incluyan sus antecedentes, motivaciones y cómo cambian a lo largo de la historia, les da vida y hace que sus acciones y decisiones sean lógicas dentro de la historia. El lector acepta una especie de trato con el autor de la novela y es que esta sea verosímil. En el momento en que la verosimilitud se rompe, el lector puede decepcionarse.
Entorno y punto de vista
El entorno no es solo un telón de fondo, sino que también influye en la trama y los personajes. Definir dónde y cuándo ocurre la historia crea una atmósfera que enriquece la narrativa e incluso la mejora. Decidir quién cuenta la historia y cómo la cuenta es tan crucial como la historia misma. El punto de vista afecta directamente la cantidad de información que se revela al lector y el tono puede establecer la conexión emocional con el lector. Utilizar el presente y la primera persona es la combinación que más acerca al lector a las vivencias del protagonista. En cambio, el narrador omnisciente y la tercera persona lo aleja. Ninguna opción es mejor que la otra, pero sí hay que pensar y decidir por qué elegimos cada una.
Planificar una novela puede parecer un esfuerzo arduo, pero este proceso hace que el momento de escribir sea más directo y menos abrumador. Al final, una buena planificación no solo facilita la escritura de la novela, sino que también hace que la historia sea más congruente y emocionante para el lector.