Reseña del libro: El jardín de los senderos que se bifurcan
“Durante la Primera Guerra Mundial, un espía chino al servicio de Alemania es perseguido en territorio británico”
REVISTA WRITER AVENUE
Giulliana Torres
11/28/20242 min leer
Durante la Primera Guerra Mundial, un espía chino al servicio de Alemania es perseguido en territorio británico. Su última misión es clara: antes de ser atrapado, debe informar a Berlín el nombre de la próxima ciudad enemiga a ser bombardeada.
“El jardín de los senderos que se bifurcan”, publicado en 1941 y más tarde incluido en el libro “Ficciones” de Jorge Luis Borges, es un cuento policial con tintes filosóficos que sumerge al lector en un laberinto temporal.
Con Richard Madden pisándole los talones, Yu Tsun idea un plan para comunicarle a su jefe la ubicación de un estratégico campo de artillería británico. Para ello, se apresura a la casa del doctor Stephen Albert, internándose en un bosque espeso donde, para no perderse, debe doblar siempre a la izquierda en cada encrucijada. Este recorrido le trae recuerdos de su bisabuelo, Ts'ui Pên, quien en vida se había propuesto edificar un ambicioso laberinto, pero que, al final de sus días, solo había logrado escribir un libro lleno de aparentes contradicciones.
Ya en la casa del destacado doctor, Albert le habla a Yu Tsun precisamente sobre este libro, aduciendo que “El jardín de los senderos que se bifurcan” no es una compilación de vagos sinsentidos como muchos creen, sino una representación abstracta del laberinto que Ts'ui Pên había pretendido construir. En un libro convencional, un personaje opta por una decisión y la historia sigue su curso; sin embargo, en este, el mismo personaje tiene permitido tomar más de una decisión, dando paso a un sinfín de posibilidades que se bifurcan, coexisten y convergen en algún punto. Así, el tiempo rompe su linealidad para transformarse en un laberinto de acontecimientos simultáneos.
Mientras esta sabia interpretación es expuesta, nuestro protagonista logra distinguir a Richard Madden a través de la ventana. De repente, un disparo acaba con la enigmática escena y, unos días después, una ciudad es destruida. ¿Qué ocurrió?
En “El jardín de los senderos que se bifurcan” de Borges, Tsun, Albert y Madden, movidos por razones distintas, convergen en un mismo punto solo para redefinir sus destinos, tal como en la visión de Ts'ui Pên. Ahora bien, desde el punto de vista narrativo, Borges vuelve a jugar con la percepción del lector al cuestionar la existencia de Yu Tsun. Y es que Liddell Hart, un famoso historiador mencionado brevemente en la trama, no hace referencia al espía chino en su emblemático libro “La historia de la guerra europea”.
“Siglos de siglos y solo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí”.