RESEÑA - Konrad o el niño que salió de una lata de conservas

“A través de esta insólita historia, Christine Nöstlinger logra dar un pellizco a la sociedad con un toque preciso de humor y sencillez”

REVISTA WRITER AVENUE

Giulliana Torres

6/21/20242 min leer

Berti Bartolotti es una dama excéntrica: tiene a sus peces dorados nadando en la bañera, es tan vistosa como un papagayo y se llama así misma “criatura”. No es extraño que a alguien tan excéntrico le sucedan cosas igualmente excéntricas, como recibir por correo a un niño de 7 años dentro de una lata de conservas.

Publicada en 1975, “Konrad o el niño que salió de una lata de conservas” es una ingeniosa novela infantil de la escritora austriaca Christine Nöstlinger. En ella, conocemos a Konrad: un ideal de hijo perfecto, fabricado cual lata de corned beef y entregado por error a Berti Bartolotti, quien no será una madre convencional para él. Y es que, a Berti, lo tradicional le provoca aversión; tanto como los eternos sermones de su amigo Egon sobre cómo debe ella adoptar su rol. Pero un soplo de excentricidad será lo menos inquietante para Konrad, pues siendo tan “cuadriculado”, se ganará los prejuicios de sus compañeros de escuela. Por fortuna, Kitti, su vecinita, lo comprende tanto como Berti y Egon; y ninguno de ellos estará dispuesto a entregarlo a sus verdaderos padres.

A través de esta insólita historia, Christine Nöstlinger logra dar un pellizco a la sociedad con un toque preciso de humor y sencillez, accesible para todo público. Aborda la poca aceptación a la originalidad individual por parte de una sociedad que es tan conservadora como una lata. En este contexto, Konrad es el ideal admirado por adultos, pero criticado por niños; Berti encabeza lo fresco y diferente, objeto de miradas curiosas; Egon representa el común denominador que pasa desapercibido; y en Kitti podemos ver a alguien que, aún en su naturaleza de niña traviesa, es adaptable al entorno que la rodea. Sin duda, “Konrad o el niño que salió de una lata de conservas” es una premisa que por sí sola causa mucha intriga. Su desarrollo, por otro lado, promueve un mensaje poderoso sobre la aceptación individual antes que la aprobación colectiva. En voz de Berti Bartolotti: “Si piensas siempre en lo que dicen los demás y luego haces siempre lo que hacen los demás, acabarás siendo exactamente igual que ellos y ya no podrás soportarte a ti mismo”. Quién mejor que ella para alentar a los más valientes, ¿verdad?