Un dios políticamente correcto
“Me pregunté, ayer, dónde estaba el dios que veía con sus ojos de ascetismo todas las cosas que son mundanas”
REVISTA WRITER AVENUE
Laura Rendón Pareja
3/4/20251 min leer


Me pregunté, ayer, dónde estaba el dios
que veía con sus ojos de ascetismo
todas las cosas que son mundanas.
Lo cuestioné por su silencio sobre la mesa
por las evasivas que se ha inventado, como un niño, para no pedir perdón
para no levantar la mirada
para no tener que explicar la injusticia
que no se justifica con inocencia
Este dios de nacionalidad colombiana había acostumbrado ya
con los años y la violencia
sus ojos, a la barbarie
Intentó recitarme las notas críticas que hizo
como todo un intelectual burgués
en los periódicos nacionales
Y quiso persuadirme con el discurso fermentado que dictó en la plaza
ante los heridos y los olvidados
que no se sintieron acogidos por sus palabras
Dios del Tiempo y la Semana
Pacta una prosa,
lo mismo sublime que mediocre,
con su contemporáneo del piso de abajo
se jacta de una razón ilustrada
y aun así se queda pasmado cuando ve morir
frente a su casa
a sus corderos mansos
Después de la conmoción que no lo toca en la calle
regresa a su Palacio de Justicia
cena el alimento que alguien prueba antes
toca con sus manos manchadas de culpa el sexo calmo de su ignara mujer
y planea su aparición a las 7 de mañana,
en la televisión,
en un soliloquio que nadie podrá refutar.